jueves, 16 de diciembre de 2010

¿Quién dijo...


...que tenemos que ser fuertes?



Ilustración, Chiara Bautista

8 comentarios:

Stalker dijo...

Es verdad, hay que reivindicar el llanto y la fragilidad, reinventarlos si es preciso, pero...

le pongo un cuenco a las lágrimas, para la paz, para tu paz (si hoy esas lágrimas son tuyas),

abrazo

Say dijo...

Stalker,
yo creo que si el mundo tuviese salvación vendría de los que no son fuertes, de la fragilidad.

Hay un fragmento de Tarkovski en su libro Esculpir en el Tiempo:
"En Nostalgia quería dar continuación a mi tema del ser "débil", que en cuanto a sus características externas no es un luchador, pero que para mí es un vencedor en la vida. Ya Stalker dice en un monólogo que defiende la debilidad como el único valor verdadero y como la esperanza para la vida. Siempre me han gustado las personas incapaces de adaptarse a la realidad pragmática."

De los fuertes, los atilas, los que aplastan todo lo que se encuentra a su paso, de esos que por donde pasan no vuelve a crecer la hierba…qué podremos esperar.

El llanto todo lo suaviza...y ese cuenco ofrecido...

Darío dijo...

Pensaba en Murakami y en las deformaciones, en la aceptación de las mismas. En la debilidad de aquellos que se saben "arrojados".
Pero pensaba en las veces que lloré, mientras mis hijos me miraban, pensando que ese llanto era fruto del vino. Y puede ser, pero en general, lloro por todo aquello que nunca termina de ser.
Un abrazo.
s

Say dijo...

Curiyú,
como en el título del libro de Murakami, es como si viviésemos "El Fin del Mundo y en un despiadado país de las maravillas". Y como sus personajes, llenos de soledad y de ansias de amor. Sintiendo ese tránsito surreal y doloroso de la existencia, intuyendo la inminencia del desastre. Naoko...quiero tirarme a las calles de la ciudad para salvarla del suicidio.

"Eso que nunca termina de ser", es la trama escondida en la vida de todos los días...esa cosa desconocida que nos habita.

Kafka en la Orilla...lo de la tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar, y uno cambia de rumbo intentando evitarla pero no es posible porque la tormenta está dentro…

Tus hijos aunque no comprendan tus lágrimas, ven las zonas sensibles de un padre.

Un abrazo

marcela dijo...

Siempre he sido débil, pero parezco fuerte, creo que la fortaleza está sobrevalorada y en muchas ocasiones así lo he manifestado en mi blog.
No me interensan los que no decaen, los que superan los desastres emocionales con facilidad, los que hacen de su vida una demostración de seguridad.
Los débiles, los fracasados-tal y como se entiende la falta de éxito y ambición- han sido siempre las personas que me han atraido.
Causlidades: también me gusta el vals viennés y estos días he vuelto a ver a Kieslowsky y a poner música de Priesner.
Casualidades nada casuales. Pájaro puso una música de Priesner de El escritor, y me recordó lo mucho que oí esa banda sonora de Azul.
Besos.

Nightwish dijo...

nice....beautifulli dont know really what can i say...but i like

Say dijo...

Nightwish,
sometimes we just feel the emotion... and invisible words around us...

Say dijo...

marcela,
casualidades nada casuales, es verdad...me gusta mucho que los hilos de un misterioso azar nos lleven sin nosotros saberlo hacia los encuentros que necesitamos.

Me pasa como a ti, con las personas fuertes me es imposible congeniar. Son superiores a mis fuerzas para aguantarlos.

marcela, nuestras preciosas casualidades: "Si el amor debe ser inolvidable, las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento" Milán Kundera

Y con Pájaro, las casualidades volaron hacia el amor desde el primer momento...